Lave muy bien su lavaplatos, y desinféctelo con agua hirviendo. Luego vuelque los camarones dentro del lavaplatos, y enjuáguelos con abundante agua corriente. Luego, tómelos de uno en uno, y arránqueles la cabeza, y la concha exceptuando las colas. Ponga los camarones sobre una toalla y séquelos bien.
Luego, coloque los camarones en una taza o sobre una tabla de picar grande. Tómelos de uno en uno, y con un cuchillo afilado, haga una incisión en el dorso del camarón. Notara una pequeña vena de color marrón oscuro, el intestino del camarón. Extráigalo. Repita este procedimiento con todos los camarones. Luego, enjuáguelos, y séquelos nuevamente.
Para preparar los camarones rebozados o apanados:
En un bol mediano, coloque la leche, los huevos, la sal y la pimienta. Revuelva muy bien con un batidor de mano.
Ponga los camarones dentro del bol con huevo batido. Asegúrese de que todos queden sumergidos dentro del huevo.
En un plato llano, coloque la harina de trigo (o las migas de pan rallado), y espolvoree con suficiente sal. Ponga los camarones, de uno en uno, sobre la harina. Voltéelos hasta que estén totalmente cubiertos de harina. Sacúdalos ligeramente para que se desprenda el exceso de harina antes de freír.
Vierta el aceite dentro de una olla, encienda la estufa a fuego medio. Y cuando el aceite empiece a burbujear, agregue los camarones, por tandas de acuerdo al tamaño de su olla. La idea es que no se peguen entre sí. Fríalos por un máximo de tres minutos, hasta que luzcan dorados.
Retírelos de la olla, y colóquelos sobre papel absorbente antes de servirlos. Sirva sobre una cama de lechugas, y acompañados de la salsa de su preferencia.
Notas
Para una opción sin gluten, se puede usar harina de maíz, que sea un poco gruesa tipo "cornmeal". Esto también les da un toque extra crujiente los camarones fritos.