Receta fácil y casera para preparar cuñape, estos panes de yuca bolivianos llevan almidón de yuca, queso, huevos, leche y mantequilla.
Plato Desayuno, Panes, Para el cafe, Para picar
Cocina Boliviana, Latina
Keyword Almidón de yuca, Cuñape, Fácil, Queso, Sin gluten, Yuca
Tiempo de preparación 15 minutosminutos
Tiempo de cocción 25 minutosminutos
Tiempo total 40 minutosminutos
Raciones 9a 10 cuñapes o panes de almidón de yuca bolivianos
Ingredientes
3tazas de almidón de yuca300 g.
250g.de queso mozzarella
2cucharadas de mantequilla
1huevo grande
¼de taza de leche60 ml
1cucharadita de polvo de hornear
Sal al gusto
Elaboración paso a paso
Precaliente el horno a 150°C/300°F. Forre una bandeja con papel encerado, o cúbrala con una fina capa de mantequilla, y harina. Ralle el queso mozzarella por la parte más gruesa del rallador de queso. Reserve.
Disponga un bol de mezclas grande, y vierta dentro de él la mantequilla derretida, el huevo, la leche y la pizca de sal. Pruebe el queso primero y ajuste la cantidad de sal en función del contenido de sal del queso. Mezcle con una cuchara.
Seguidamente agregue el almidón tamizado con el polvo de hornear. Incorpórelo en tandas, poco a poco para evitar que se formen grumos. Revuelva con una paleta de cocina hasta que todas las partículas de almidón estén correctamente hidratadas.
Vierta el queso por encima; y a amasar.
Amase hasta obtener una mezcla homogénea, de consistencia suave y agradable. La masa se debe despegar fácilmente de sus manos, y del bol. Si considera que la masa está muy seca, agregue una cucharadita de leche, en caso contrario, espolvoree con un poco de almidón hasta obtener la consistencia deseada.
Divida la masa en nueve a diez porciones de tamaño similar. Forme las bolitas y póngalas sobre la bandeja, dejando unos tres centímetros de espacio entre una y otra porque crecen un poco.
Llévelos al horno por veinte a veinticinco minutos a 150°C/300°F hasta que estén totalmente doraditos. Retírelos del horno, y disfrútelos calientes. Puede agregar un poco de mermelada, o mantequilla, yo los comí solos con café porque también son perfectos así sin nada.